Ávila de Tarapoto

Acabo de publicar mi segunda novela, Ávila de Tarapoto poniéndola a la venta en Amazon, tanto en versión digital como impresa. Además la he inscrito en el Cuarto Concurso Literario Amazon KDP, lo cual implica que las ventas en los meses de julio y agosto serán determinantes para señalar la viabilidad comercial que es un requisito para que la obra pase a un jurado calificador.

Me siento muy satisfecho con este nuevo libro, que es muy diferente a Cambio de Planes, que también está disponible en Amazon.

Ávila de Tarapoto comienza con la historia de un chico que por diversas circunstancias se siente motivado a dejar su país y embarcarse para América en una época en que España estaba desgarrada por su lucha por lograr su independencia del control del Imperio de Napoleón. Al hacerlo, se encuentra con que las pertenencias españolas en el Nuevo Mundo también se encontraban envueltas en el caos de sus propias guerras de independencia. Me entretuve mucho contando las peripecias de este muchacho y su amigo, que se embarca con él en un barco pirata para cruzar el Atlántico y luego recorre a pie y a caballo medio continente para llegar a Tarapoto, donde finalmente se establecen los dos. Nuestro personaje se desposa con una muchacha del lugar y logra una posición prominente en su país adoptivo, llegando a participar en la guerra de independencia contra las tropas españolas. Parte de lo entretenido de escribir sobre este periodo fue la cantidad de cosas que descubrí mientras investigaba para dar un trasfondo verosímil a la novela, incluyendo la batalla que describo en la cual los “chunchos’ desempeñaron un papel crucial para la victoria patriota en una batalla que no por ser poco conocida deja de ser importante.

El hijo de nuestro primer personaje es un auténtico peruano de la Amazonía. Confundido por los cuentos de su madre mestiza y del padre de esta, se llega a convencer de que puede hablar con los animales y de que ellos le responden. De hecho, no cabe duda de que su mejor amiga después de la muerte de su abuelo es su mula, que, además de sacarlo de situaciones difíciles en más de una ocasión, es tal vez quien le da los mejores consejos que él haya recibido jamás.

El personaje que representa a la tercera generación es un hombre decidido y audaz, que acrecienta la fortuna de la familia con mucho trabajo y visión. Cuando el país entra en guerra con su vecino del sur y se ve que tiene las de perder, él no duda en comprometer su vida y su fortuna para levantar un ejército guerrillero y cruzar los Andes y enfrentarse a los invasores.

Esta historia sigue a grandes rasgos la historia de mi familia paterna. Efectivamente, mi abuelo era una persona prominente de Tarapoto que organizó una montonera para enfrentarse a los chilenos en Cajamarca y desde muy pequeño supe que uno de mis antepasados – tal vez no en la línea paterna de mi propio padre, pero eso no es relevante para la novela – cruzó de España a América en un barco pirata escapando del destino trazado por sus padres, que habían decidido que debía ser sacerdote a pesar de no sentirse con vocación para ello. Tengo entendido que este antepasado se embarcó en un navío pirata varios años antes de la guerra de independencia española, pero me pareció más cautivante ambientar su salida de la Península en esa época tan interesante de la historia. También es cierto que uno de mis antepasados firmó el acta de independencia de la provincia de Maynas, que en ese entonces abarcaba casi la totalidad de la Amazonia peruana y tenía sede en la ciudad de Moyobamba, cerca de Tarapoto, pero no sé si participó en la guerra de independencia.


Espero que mis lectores de Cambio de planes, así como otros nuevos, se animen a comprar Ávila de Tarapoto, y que lo hagan antes del fin de agosto para ayudar a que el libro sea considerado para el concurso.

3 comentarios:

  1. Me encantó la novela, tiene un ritmo ligero y entretenido hasta el final. Te deja con ganas de saber un poquito más de los personajes, los pueblos, la geografía y de la historia de la independencia del Perú en esas zonas porque le da el toque humano que no vemos en los libros de historia.
    Maria E. Peña

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  2. Muchas gracias por tu comentario y me alegro que te haya gustado la novela.

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  3. Acabo de terminar Ávila de Tarapoto. He llorado como una Magdalena y reído como una hiena. Y ahora entiendo mejor la selva peruana y su peruanidad. Siempre me había parecido dislocada del resto del país, pero esta novela ha logrado cambiar la idea que tenia de ella. Gracias Tito por el gran entretenimiento y la valiosa información. Se ve que has hecho una investigación minuciosa del tema. Me siento orgullosa de mi hermanito menor!

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